domingo, 15 de marzo de 2009

A3 ASDRÚBAL AGUIAR

Rómulo Lares Sánchez

Caracas, 2 de noviembre de 2005

Dr. Asdrúbal Aguiar
Diario “El Universal”
Ciudad

Referencia: Comentarios sobre su Opinión: “Ha muerto la vía electoral” del 01.11.05

Muy distinguido y apreciado Dr. Asdrúbal Aguiar, lo saludo cordialmente.
He leído con mucho detenimiento su opinión referida.

Tengo la obligación de dirigirme a usted con el objeto de contribuir a que la Sociedad Civil, víctima de la complicidad criminal de muchos actores, reconstruya de la manera fidedigna y clara, los acontecimientos que realmente condujeron al asesinato del VOTO como instrumento legítimo, posible, para evadir otras vías hacia la solución de la profunda crisis moral, ética, política, histórica que vive Venezuela.

La “muerte de la vía electoral” se inició con los acuerdos suscritos por la Mesa de Diálogo, Negociación y Acuerdos y se confirmó y refrendó en la Sala Constitucional-SC del Tribunal Supremo de Justicia-TSJ, cuando la oposición a la que usted pertenece y representa y el régimen, convinieron la remoción ilegal e ilegítima de los Miembros del Directorio del CNE y el nombramiento de representantes del régimen y de su oposición para sustituirnos.

La nueva directiva, nombrada inconstitucionalmente y a espaldas de la Sociedad Civil, como primer acto de su gestión anuló la manifestación legítima de los ciudadanos, representada por las firmas para solicitar la convocatoria al Referéndum Revocatorio del entonces presidente de la República Hugo Chávez F. Como lo he venido manifestando conjuntamente con un grupo numeroso de profesionales venezolanos, es allí cuando realmente “Murió la vía electoral”, la misma conclusión a la que usted llega dos años después, habiéndose producido el sepelio y la construcción e inauguración de un mausoleo monumental sobre la tumba del VOTO, mucho antes de esta última pantomima de “las morochas” que a usted le alarma tanto.

Usted formó parte de la Mesa de Diálogo, Negociación y Acuerdos” establecida entre el régimen y “su oposición”, para buscar una salida a la crisis política y a la inminente “guerra civil”, todo bajo el patrocinio de la OEA, y del centro Carter. Tanto la OEA, el régimen como “su oposición”, convinieron los términos del acuerdo, entre ellos “un nuevo CNE”, y respaldaron la “solución política en la Sala Constitucional del TSJ” cuando éste inventó la omisión constitucional para remover de manera ilegítima e ilegal a los Miembros legítimos y en funciones del Directorio del CNE.

Por lo expresado anteriormente no resulta difícil comprender que usted comparta la opinión de sus compañeros de “oposición” cuando manifiesta: “….no estoy seguro de que todos, quienes somos dolientes del país, creamos de manera raizal en las reglas de la democracia, siquiera como estado de ánimo o como fuerza de espíritu”. Estimado Dr. Aguiar, “su oposición”, conformada por los dirigentes de los partidos políticos, de FEDECÁMARAS y de la CTV, entre otros, demostraron con su desempeño, muy claramente sus principios enunciados por usted. Tampoco sorprende que duden públicamente de las convicciones democráticas de “su oposición”. El problema es que “su oposición” ha demostrado una y otra vez, sin lugar a dudas, que creen y practican el mecanismo según el que, son las élites, los dirigentes, los que deben decidir qué es lo que es más conveniente para el resto de los ciudadanos.

Aunque parezca pretencioso Dr. Aguiar, lo que las mayorías queremos, sin lugar a dudas es democracia, es el VOTO como instrumento único para decidir nuestro destino. Nos indigna que “iluminados”, hoy delincuentes convictos, asuman nuestra representación. No Dr. Aguiar, creemos en la democracia como el mejor de los sistemas de gobierno, y punto!

Usted califica la decisión de la Sala Constitucional del TSJ sobre las morochas como “lo grave”. Dr. Aguiar, por favor, ¿cómo va a esperar usted que decidan de otra manera distinta a la más conveniente a los intereses del régimen? en cada oportunidad. Usted es un especialista en la materia constitucional, usted ha seguido desde el año 2003 decisiones en una dirección o en otra basadas en los mismos argumentos. Ustedes no deberían sorprenderse, porque “su oposición” es responsable de estas prácticas en el TSJ, con mayor incidencia a partir de la negociación sobre el “nuevo CNE” ya referida. Esa negociación ni fue democrática ni mucho menos jurídica.

Señala también su sorpresa por el retardo en la publicación formal de la sentencia Por favor Dr. Aguiar, ¿de que está hablando usted?, usted sabe que ésta es una práctica, una rutina cuando es necesaria, no confunda a los lectores que le creen y lo respetan.

Dr. Aguiar, la doctrina de la Corte Interamericana de Derechos Humanos-CIDDHH, donde usted desempeñó altas responsabilidades, sobre el rechazo al argumento de justificar la violación de un derecho humano, particularmente la participación, alegándose la falta de legislación sobre la materia, fue violada en nuestro caso abiertamente en el inicio del despeñadero electoral, cuando “su oposición” negoció un nuevo CNE, removiendo ilegalmente el directorio que precisamente defendió este principio universal del derecho y convocó el Referéndum Consultivo que posteriormente suspendió el TSJ, con quien ustedes convinieron sustituirnos.

¿Cómo va usted a argumentar la figura de la omisión constitucional en la remoción ilegal del directorio legítimo y legal del CNE, para reclamar justicia en el caso patético de las morochas, más por la bochornosa actuación de “su oposición” que por el desempeño de la SC, ampliamente predecible? El hecho de que el Parlamento no llegara a acuerdo para complacer “la Mesa” no exime a la Sala del respeto a la autoridad legítima de los Miembros del Directorio del CNE. Allí usted era promotor de esa remoción.

El prestigio profesional y académico de algunos juristas ha terminado de derrumbarse públicamente, cuando defienden una posición que ellos mismos han promovido. ¿Quién puede entender que “su oposición” cuestione las morochas, las lleve a juicio, y al mismo tiempo las promueva como instrumento de participación y presente candidatos dentro de este mecanismo? Explíquele al país Dr. Aguiar cómo fueron seleccionados estos candidatos, ¿quién los escogió? ¿Cómo pueden juristas serios aceptar postulaciones y ¡hasta postularse! mediante estos mecanismos, me refiero a los previos a las morochas?

Lo que es grotesco es que usted centre además sus argumentos en la “protección de los derechos de las minorías”, es decir el caso patético y participar de “las morochas”, cuando se ha promovido una cadena de decisiones que van en contra de las mayorías, de la democracia, del voto que usted señala hoy como que ha muerto. Ese sería el verdadero drama de la manipulación judicial en el TSJ, promovido en su última etapa desde 1998.

En efecto, el teniente coronel Hugo Chávez ha vaciado de contenido las instituciones pero con la colaboración, es decir la complicidad de “su oposición”, de otra manera, creo que esta comedia hubiese concluido hace varios años.

Conclusión Dr. Aguiar: esperamos contribuya usted a que asuman los juristas su responsabilidad ante el país. No continúen confundiendo a la Sociedad Civil que los admiró, respetó y siguió. Permitan que las iniciativas que emergen de las propias comunidades y asambleas de vecinos se desarrollen, no las asfixien, la patria se los agradecerá. Renuncien a sus candidaturas, promuevan el retiro de todos los candidatos, y dejemos esta “pantomima” exclusivamente para la basura. ¿Qué país se puede construir sin valores, sin dignidad?

Muy atentamente, con la ratificación de mi estimación,

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